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Proceso de fabricación del oro blanco para joyería

El oro blanco para joyería es uno de los metales más codiciados debido a su elegancia, durabilidad y resistencia. A medida que más personas optan por el oro blanco para sus anillos, pulseras y otros accesorios. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se hace el oro blanco?

En Bannatyne Joyeros, realizamos nuestra propia fábrica de joyería, te vamos a explicar detalladamente el proceso de fabricación del oro blanco para joyería, las diferencias con el oro amarillo y cómo cuidar tus joyas de este material precioso.

Proceso de fabricación del oro blanco

El oro blanco no es un oro puro, sino una aleación compuesta principalmente por oro amarillo y otros metales blancos como el paladio, el platino, la plata o el níquel. Gracias a esta mezcla, se obtiene un tono plateado o grisáceo, perfecto para joyas sofisticadas con un toque más frío y brillante que el tono tradicional amarillo.

La creación del oro blanco para joyería pasa por varias etapas que aseguran su pureza, color y calidad. A continuación, te explicamos cada uno de los pasos para la fabricación de oro blanco:

anillos de oro blanco para joyería

Fundición del oro amarillo

El primer paso es fundir el oro amarillo puro a una temperatura de aproximadamente 1.064 °C. Este proceso hace que el oro se vuelva líquido y maleable, lo que permite mezclarlo con otros metales.

Creación de la aleación

Una vez que el oro está en estado líquido, se añaden los metales blancos que definirán el color y las propiedades del oro blanco para joyería. El oro amarillo, al ser demasiado suave y maleable, no tiene las propiedades necesarias para crear joyas duraderas.

Dependiendo de la proporción de metales, el resultado puede ser un oro blanco más brillante o más resistente. Algunos metales comunes que se usan en la aleación son:

  • Paladio: proporciona un color más blanco y brillante, además de mayor resistencia a la corrosión.
  • Níquel: hace que el oro blanco sea más duradero, pero puede causar reacciones alérgicas en algunas personas.
  • Plata: aporta un tono más suave, pero no es tan resistente como otros metales.

El oro más común en joyería es el de 18 quilates, que contiene un 75% de oro puro y un 25% de otros metales.

Moldeado y modelado

Una vez que la aleación está formada, el oro blanco solidificado se moldea en diferentes formas, según el diseño de la joya. Este proceso debe realizarse con gran cuidado y precisión para garantizar que el oro blanco para joyería tenga la calidad necesaria para producir joyas finas y exquisitas.

Este paso en la fabricación de oro blanco para joyería también incluye pulir las piezas para obtener un acabado brillante y suave. Algunas joyas de oro blanco se recubren con una capa fina de rodio, un metal extremadamente duradero que le da al oro blanco un brillo adicional y protege la joya contra el desgaste.

pulseras y anillos de oro blanco en alta joyería

Acabado y pulido

Finalmente, las piezas de joyería de oro blanco se pulen para eliminar cualquier imperfección y mejorar su brillo. Este paso es muy importante para lograr la calidad que caracteriza al oro blanco para joyería de alta gama. La joyería de lujo siempre está marcada por este acabado impecable, que refleja la luz en cada joya de una manera única.

Diferencia entre oro blanco y amarillo

Ahora que conocemos cómo se hace el oro blanco para joyería, es importante saber la diferencia entre este y el oro amarillo.

Aunque ambos son tipos de oro, el oro blanco y el oro amarillo tienen características distintas que los hacen únicos.

Si hablamos de composición, el oro amarillo es oro puro, mientras que el oro blanco es una aleación. Esto significa que el oro blanco es más duradero y tiene una apariencia más moderna y elegante.

El oro amarillo, tal como su nombre indica, tiene un color cálido, con tonalidades que van del dorado pálido al más intenso. Este color se debe a la pureza del oro y la ausencia de aleaciones metálicas que alteren su tono natural.

Por el contrario, el oro blanco tiene un brillo más frío y luminoso, debido a la combinación del oro con metales como el paladio o el platino. A diferencia del oro amarillo, el oro blanco puede requerir un recubrimiento adicional de rodio para darle ese acabado brillante y atractivo que lo caracteriza.

Otra diferencia clave entre el oro blanco y el amarillo es la durabilidad. El oro blanco, al ser una aleación de varios metales, es generalmente más resistente que el oro amarillo, que es más suave y propenso a los arañazos. Sin embargo, ambas opciones son ideales para la creación de joyas, dependiendo del estilo y la preferencia de quien las lleva.

pendientes y anillo oro blanco para piezas únicas

Cuidado de las joyas de oro blanco para joyería

Las joyas de oro blanco, aunque duraderas, requieren de ciertos cuidados para mantener su brillo y calidad a lo largo del tiempo. Nuestros consejos para cuidar de tu joyería de oro blanco y se mantienen como el primer día son:

  • Limpieza regular: usa un paño suave o un limpiador especializado para oro blanco. Evita productos abrasivos que puedan dañar el acabado. Si la pieza está muy sucia, lo ideal es acudir a un joyero profesional que realice una limpieza a fondo.
  • Evitar productos químicos: no expongas tus joyas de oro blanco a productos químicos fuertes, ya que podrían dañar la capa de rodio y perder su brillo. Es recomendable quitarse las joyas antes de usar productos de este tipo.
  • Almacenaje adecuado: guarda tus joyas en un estuche suave o en una bolsa de tela para evitar rayaduras. Esto evitará que se rayen o se dañen al entrar en contacto con otras piezas.

Ahora que ya conoces el proceso de fabricación del oro blanco para joyería y sabes que es una de las mejores opciones en joyería si buscas una pieza elegante y resistente. Solo te falta entrar en nuestra tienda de joyería y escoger la pieza de joyería en oro blanco que más se ajuste a ti. Sigue nuestros consejos para asegurarte de que se mantenga en perfectas condiciones.